Caballero
Ilumíname con tus ojos guerreros.
Haz que mi cuerpo entre en el campo de batalla,
descontrola a mi alma en los combates
pero no me ensucies la vida en una masacre.
Lléname de infinita concentración
y mi mente busque la forma de vencer al retador.
Proclámame con tu espada victoriosa y
conviérteme en tu fiel vasallo.
Cabalgaremos sin rumbo por el interminable horizonte
y tendremos de guía a la apasionada luz de la luna.
Enséñame la esencia de tu osado corazón,
en el reflejo de mi alma
quede tu inmenso valor.
El crepúsculo declina
y tu aún sin tu doncella.
¡Anda, rápido¡,
coge a tu damisela y vete a soñar,
oportunidades como éstas
no hay dos, de ninguna manera.
Has vencido
¡terminaste tu misión!
… te llevaré en mi por siempre.
Estrella
Contactarme contigo quiero,
tu lenguaje me supera
de tal manera …
mis ruegos insistentes
recompensados fueron
y tu brillo a mis ojos llegó.
El frío de mi cuerpo no permanecía
y con su intenso calor me acogía.
¡Oye estrella, tú que brillas,
en el cielo y en la tierra!
¿Cómo hago que permanezcas en mí por siempre?
Al decirle estas palabras,
su voz ausente quedó
y … poco a poco
de ida marchó.
¿Por qué te vas de tal manera?
No me respondió,
con su ardiente luz
de mí se despidió.
El alma del jinete
Alma susurrante
galopando en fiel caballo
la brisa que corta su rostro,
alma que llega y se va,
que en tu corcel
la mancha imborrable de tu nombre, dejaste.
¡Bendito, bendito día!
que por secas hojas del viejo otoño
tú pasaste y bendijiste esta época medieval.
El espíritu tuyo
alegre y dichoso
libre como el viento
claro como el agua
perfecto como el firmamento
irregular como la vida
¡que cae desde el cielo,
que
cae
desde el cielo!
como alma a su cuerpo,
como alma a su cuerpo.
¡Qué lástima que tu esencia
sólo esté en mis pensamientos!
y cuando despierte
diré simplemente,
que el alma de este jinete
sólo está en mis sueños,
simplemente en ellos.
Un lugar mágico
Indeciso relieve
Dios te formó a su gusto
aún tiene tus tesoros ocultos
el cristalino en cada amanecer
refleja resplandor…
acurrucando a la naturaleza
con perpetuo amor.
¡Y estoy feliz!
al escuchar a las arboledas
con su canción,
hace vibrar y soñar
¿cómo de ella me atrevería a olvidar?
… y el viento… y el aura,
complejos y sencillos,
parciales e infinitos.
El arco iris con el astro
del crepúsculo nacen
y de ellos… un ángel.
Hay una estrella
que brilla en este mágico lugar
el enigma es:
en tu corazón,
en un amanecer
¿ella va a estar?
y si sientes en tu alma
ese cálido esplendor
no dudes un segundo,
ella…
pertenece a tu corazón.
Oda al viento
Te siento en mi rostro amigo cauteloso,
aunque no vea tu cuerpo ausente e invisible.
Me causas la risa sana de felicidad en primavera,
hasta la frontera tu calidez llega.
Como también me causas tormento
al sentir las tormentas que creas.
¡Quién te entiende viento indeciso!
además de mí, que soy tu amigo,
te esfuerzas para darme brisa
y tocarme la cara
pero…
¿De qué sirve si ni siquiera tocas mi alma?
Y cuando quiero deshacerme de tí
tu brisa en el alba me encuentra.
¡No me dejas en paz viento terco!
y de tanto que insistes
sale de mis labios
´´ te quiero ´´ .